Proceso de realización de las pinturas rupestres
Para realizar las reproducciones lo más exactas posibles, es necesario un trabajo de documentación de campo, fotografiado, etc., unas veces “in situ” y, cuando no es posible, hay que recurrir a la documentación existente en las publicaciones científicas, libros, calcos, museos, etc.
Una vez obtenida la información, el segundo momento viene dado en concretar los detalles más significativos de la estación rupestre, es decir, aquellos “accidentes” más llamativos y, que al esculpirlos, sea lo más real posible para que el espectador reconozca (si lo ha visitado) el
yacimiento. Una vez confeccionado el “lienzo”, a base de diversos materiales moldeables, pastas y otros, llega el momento de estudiar el pigmento, proceso éste bastante complicado, ya que al no utilizar pinturas al agua ni óleos (éstos nos llevarían directamente al colordeseado), y si hacerlo a base de óxidos naturales de hierro, zinc, caolinitas, de cobre, etc., se hace necesario el “tratarlos”, siempre por medios naturales, jugando con temperaturas y tiempos, para obtener, en cada momento, el color deseado y que más parecido tenga con el original.
En los pigmentos, los aglutinantes han sido los más parecidos a los empleados en la prehistoria, según las últimas investigaciones y lo más novedoso en métodos de datación y composición de dichos pigmentos, al igual que, según parece, utilizaron las plumas de ave, varillas vegetales a modo de pincel, las manos, dedos, etc.
Cabe decir también que, aunque el color predominante era el rojo, también utilizaron el negro y el blanco, la acción geo-climática ha hecho “girar” el color hacia otras tonalidades, incluso a negro, y esto ha llevado, a discusiones frecuentes entre los investigadores, para llegar a diferenciar si es color original o repintado, éstos distintos puntos de vista, llenan de contenido los conocimientos que se tienen hasta ahora.
Una vez terminado el cuadro y seco, aunque el pigmento se adhiere perfectamente al soporte y no “mancha”, se le da una capa de consolidante a base de productos transparentes y duros, algo habitual en las consolidaciones arqueológicas.
Hay que hacer hincapié especial en las figuras propiamente dichas, ya que se han subido de tonalidad en muchas partes de ellas, puesto que en algunos abrigos, o están muy deterioradas o,simplemente y por desgracia, casi han desaparecido. De ahí la importancia de dar a conocer éste ARTE irrepetible, que no es posible musealizar, y de concienciar y sensibilizar a todas las personas, el porqué de su conservación, no solamente por haber sido declaradas Patrimonio de la Humanidad, que también, pero lo más importante, que puedan ser vistas por las futuras generaciones, y podamos legarles éste patrimonio que nosotros recibimos, y para aquellas personas con falta de movilidad y que tienen todo el derecho a disfrutar de su visión.
